Anna Sauer | 16.04.2024
¿Alguna vez has intentado abrir una puerta tirando de ella cuando deberías haberla empujado? Este es un fenómeno tan común que incluso tiene un nombre: "Puertas Norman", en honor al experto en inteligencia de la usabilidad Donald Norman.1
¿Por qué es tan frecuente? Las instrucciones visuales colocadas en las puertas suelen ser poco claras. ¿Tirar o empujar? Los usuarios se ven obligados a jugar a las adivinanzas, lo cual provoca errores y frustración. Este tipo de puertas son el ejemplo perfecto de cómo se manifiesta una usabilidad deficiente en el mundo "real".
La usabilidad puede definirse con los términos "ergonomía orientada al usuario" o "facilidad de uso". La usabilidad no sólo está presente al abrir una puerta, al utilizar una cafetera o al encender un fogón (¿quién no ha encendido alguna vez por error el hornillo equivocado?), sino también en el ámbito digital. Incluso cuando necesitamos orientarnos en una página web o en una aplicación: cuanto más fácil y rápido nos resulte, mejor es la usabilidad de la interfaz.
La usabilidad, por tanto, si es buena no se nota, haciendo que reparamos en ella únicamente cuando falta: por ello resulta tan importante garantizar una buena usabilidad a la hora de desarrollar software.
La usabilidad y la experiencia del usuario (UX) persiguen objetivos similares, por lo que a menudo, se confundan. Quizá la mayor diferencia entre ambas sea que la UX se refiere a la percepción global de un producto (incluidas las emociones y las impresiones), mientras que la usabilidad se centra sobre todo en el uso intuitivo y directo del producto. Ambos conceptos son importantes, pero en este artículo nos centraremos exclusivamente en la usabilidad.
Huelga decir que siempre esperamos que el software resulte sencillo e intuitivo, pero, ¿cómo conseguirlo?
Hay muchos libros especializados, guías y resultados de investigaciones que te ayudarán a encontrar respuestas, pero, las 10 reglas heurísticas de usabilidad de Jakob Nielsen2 son un excelente punto de partida:
1. Visibilidad del estado del sistema
Los usuarios deben saber en todo momento dónde se encuentran y qué está ocurriendo. Para ello, el sistema debe proporcionarles información.
2. Correspondencia entre el sistema y el mundo real
Según este principio, para lograr una comunicación sencilla e intuitiva, el sistema y el usuario deben hablar el mismo idioma (técnico). Los términos, símbolos y conceptos de la interfaz de usuario resultarán entonces más familiares.
3. Control y libertad del usuario
Los usuarios necesitan una “salida de emergencia”. Deben poder anular acciones e interrumpir procesos.
4. Consistencia y estándares
Elementos como botones, menús e iconos deben diseñarse de forma coherente dentro de la misma plataforma y ajustarse a normas comunes para cumplir las expectativas y facilitar la navegación.
5. Prevención de errores
El sistema debe diseñarse de forma que los usuarios puedan evitar errores fácilmente, por ejemplo, mediante instrucciones claras y notificaciones de advertencia.
6. Reconocer mejor que recordar
Los elementos de la interfaz deben ser fácilmente reconocibles y no requerir esfuerzo cognitivo por parte del usuario para proceder.
7. Flexibilidad y eficacia de uso
El sistema debería ofrecer distintas opciones en función de la madurez digital de los usuarios: atajos de teclado, por ejemplo, poco visibles para los principiantes pero que mejoran la eficacia de los usuarios expertos que los utilizan habitualmente.
8. Diseño minimalista
La interfaz de usuario debe ser clara y sencilla. ¿Qué información puede ser omitida para poder centrarse en lo más importante?
9. Ayudar a los usuarios a reconocer, diagnosticar y corregir los errores
Los mensajes de error deben ser explicativos y ofrecer soluciones sencillas sobre cómo resolver el problema.
10. Ayuda y documentación
Cuando el usuario necesite ayuda, la documentación debe ser fácilmente accesible y comprensible.
Estas heurísticas constituyen una base sólida para el desarrollo de un software fácil de usar. Sin embargo, es suficiente. Para garantizar una usabilidad eficaz, el producto debe ser probado por usuarios reales.
Existen varios métodos conocidos como "pruebas de usabilidad".
Un par de ejemplos:
En innovaphone nos regimos por la transparencia. Por eso, nos apoyamos para ello en nuestra "Connect App", que nos permite someter a prueba nuestras ideas desde fases muy tempranas.
La Connect App es una plataforma de comunicación interna. La utilizamos para el intercambio interactivo de información, como tablón de anuncios digital y como herramienta de organización del trabajo.
En la app publicamos diferentes prototipos y encuestas sobre nuestros productos actuales, facilitando el acceso a los compañeros/as de cualquier departamento de la empresa interesados en hacer pruebas. Todos pueden participar de forma activa y dar su opinión, proporcionándonos información muy valiosa. Este feedback es esencial para nosotros, ya que, nos permite detectar los problemas y poder resolverlos en una fase muy temprana, evitando el riesgo de pasar por alto aspectos importantes o de hacer evaluaciones erróneas.
A veces, las dificultades a las que se enfrentan los usuarios no se manifiestan hasta una fase posterior. Pero, gracias a "Connect", nuestros compañeros/as pueden ponerse en contacto con nosotros en cualquier momento posterior al lanzamiento del software y hacernos llegar sus comentarios. Por ejemplo, enviándonos capturas de pantalla junto a una descripción del problema.
Nuestra labor consiste en recoger toda esta información y trabajar en una solución. Esto nos permite mejorar continuamente el producto en pequeñas fases iterativas. Otro efecto colateral positivo de este proceso, es que nuestros compañeros/as siempre están encantados al ver sus aportaciones incorporadas al producto final.
Fuentes:
(1) https://uxdesign.cc/intro-to-ux-the-norman-door-61f8120b6086
(2) https://www.nngroup.com/articles/ten-usability-heuristics/